¡Hola octubre!

Octubre, del latín october, como su nombre indica, aludía en su origen por su orden al octavo mes en el calendario romano primigenio. El calendario romano arcaico se regía por los ciclos lunares y no solares, como sí es el caso de nuestro actual calendario, el gregoriano. Los meses de julio y agosto, que eran los antiguos quintilis y sextilis respectivamente, cambiaron sus nombres en honor de Julio César (julio) y de Augusto (agosto). El nombre del mes de octubre también pudo haber cambiado ya que, en una ocasión el emperador Tiberio rechazó la iniciativa del Senado para nominarlo. Tiempo después, otro emperador, Domiciano, nacido en ese mes, sí lo modificó por iniciativa propia sin el Senado, “porque yo lo valgo”, pero tras su asesinato se restableció su antiguo nombre como parte de la damnatio memoriae. Éste era un procedimiento que consistía en eliminar todo recuerdo de la persona, algo de lo que espero hablar pronto.

¡Felíz octubre y feliz otoño!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *