El origen de la palabra ‘Broma’

Del gr. βρῶμα brôma ‘teredo’, der. de βιβρώσκειν bibrṓskein ‘comer con avidez’.

No sé si el subconsciente es travieso por la elección de la primera palabra para esta sección destinada a la etimología. Mejor ser bien pensado y aludir a cuánto llamó mi atención el curioso origen de esta palabra. Y es que el significado actual no tiene nada que ver con el original. La broma es el nombre de un molusco marino, no bromeo, no, también conocido como teredos, los cuales se alimentan de madera sumergida en las aguas. Estas criaturas se adherían al casco de las embarcaciones, realizando perforaciones que acababan por ocasionar graves daños a los navíos, con el consiguiente incordio y enfado de sus propietarios.

He aquí varios ejemplares de adorables bromas marinas o Teredo Navalis.

Con el tiempo, el término se aplicó a aquellos actos que provocasen enojo o pesar, es decir, que abrumaran, o lo que es lo mismo, que provocaran agobio o hastío y que es otro término que comparte misma raíz. En definitiva, una burla o chanza acabó calificándose como broma. Una última curiosidad, la RAE recoge el verbo bromar como el acto de comer madera por parte de la broma marina, o sea, del molesto molusco para nuestros antepasados marineros.

 

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